El tema de mis cuadros lo conforman, pequeñas piedras, cantos rodados, trocitos de ramas, maderas, caracolas, latas oxidadas, canicas de cristal y demás objetos encontrados en la orilla del mar, modelados con el paso del tiempo por el aire y por el agua, formando caprichosas esculturas llenas de diminutos recovecos, grietas y orificios que sirvieron de protección a insectos, huellas y hendiduras de raíces de plantas, manchas de musgos y corales, objetos que nos hablan de sus vivencias, sobre un fondo gris plano que contrasta con la texturas de las piedras y caracolas, este contraste entre la superficie plana y las texturas se evidencia especialmente cuando pinto papel o tela arrugada, dividiendo el cuadro en dos áreas, extremadamente bien delimitadas, que para mi significan la dualidad del ser humano, es una forma estética y actualizada de representar el yin y el yang, lo positivo, lo negativo.